Es en base a la buena reputación como las personas deciden relacionarse con una empresa o profesional, ya que esta define el grado de confianza y credibilidad para mantener una interacción ¿Qué sucede si no gestionamos con estrategia la reputación?, hoy hablaremos de esa palabra extraña llamada reputación.
Te acompañamos con 3 preguntas claves para que conozcas la importancia de la gestión de la reputación
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¿En qué consiste tener una “buena reputación”?
Para Justo Villafañe, autor del libro “La Buena Reputación”, la define como el reconocimiento que otorgan los públicos a la realidad de una organización, entendiendo realidad como el comportamiento corporativo basado en la ética, siendo el beneficio fundamental el grado de valoración ya que esto determina el grado de aprecio que tendrán los públicos en sus relaciones con la organización.
Si bien es cierto que la reputación ha sido estudiada sobre todo en el ámbito de las empresas, esto no deja de lado que se pueda trabajar la reputación a nivel profesional, ya que será muy útil para una persona saber gestionar sus relaciones sobre la base de una estrategia de reputación que le permita posicionarse de la manera que más le convenga a sus objetivos.
¿Por qué es importante trabajar la reputación?
Ya sean empresas o personas, todos formamos reputación en los demás, y como explicamos en la pregunta anterior, de ello depende la confianza que nos tengan para que los demás decidan establecer relaciones con nosotros o mantener las que actualmente tenemos.
Una actitud proactiva de la gestión de la reputación, más bien es estratégica, planificando cómo serán las interacciones con los públicos para generar experiencias favorables con los públicos o personas. Parte por determinar una visión reputacional, que es la meta de reconocimiento que la empresa o profesional desea cumplir para atender las expectativas de sus públicos o personas con quienes se relaciona.
¿Qué ventajas tiene una empresa o profesional con “buena reputación”?
La reputación cobra cada vez mayor relevancia pues se consolida como un medio para que una empresa o profesional sea valorado por lo que realmente es, o dicho de otra manera, por lo que le es más conveniente ser valorado.
La reputación empresarial o profesional tiene la misión de añadir valor pues implica un cumplimiento responsable y sostenido de sus promesas, y como consecuencia crece el aprecio de los públicos con los que se relaciona.
